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Facilitar la inyección de insulina en niños gracias al diseño

Las inyecciones suelen ser una de las partes más ‘traumáticas’ durante la infancia. Y si a esto le sumas el factor de aprender a inyectarse la insulina por sí mismos, los niños diabéticos se enfrentan a una gran dificultad para su corta edad. Por ello, la diseñadora Renata Souza, ha creado este prototipo para ayudar a estos niños y niñas.

La diseñadora Renata Souza Luque ha sido la creadora de este kit de inyecciones que pretende ayudar a los niños diabéticos para que aprendan a ponerse por sí mismos las inyecciones. La diseñadora de producto mexicana de 24 años trabaja en la escuela Parsons of School of Design de Nueva York donde ha desarrollado este proyecto, entre otros.

El proyecto fue presentado durante el festival Design Indaba que finalizó el pasado 24 de febrero, donde causó verdadero entusiasmo entre el público. Tal y como lo define su creadora, se trata de un diseño “divertido y creativo”cuyo objetivo es enseñar a los niños y niñas con diabetes tipo 1 cómo inyectarse y, así, reducir el estigma de la enfermedad.

Este nuevo kit ha sido bautizado como Thomy, que recoge el nombre del sobrino de la propia diseñadora que también padece de diabetes. Para el desarrollo de éste Souza trabajó con médicos, pacientes y otros diseñadores en el prototipo y realizó una investigación sobre la diabetes tipo uno.

 

El kit se constituye a partir de dos elementos. Por una parte, una colorida cánula con un diseño ergonómico para facilitarle la faena al niño o a la niña en la inyección. Y por otra, una serie de tatuajes temporales que indicarán a los niños donde deben inyectarse cada vez.

Esta segunda parte es realmente importante ya que, tal y como indican los propios médicos, es aconsejable no repetir la zona de inyección de manera consecutiva. Algo, que los niños pueden olvidar.

El funcionamiento en cuestión de este diseño se basa en el borrado de cada una de las marcas donde el niño o la niña se inyectó la insulina por última vez, por lo que solo deberá seguir las marcas de estos tatuajes.

Este proyecto demuestra una vez más que el diseño no es una disciplina meramente estética y contemplativa, sino que se trata de una herramienta imprescindible para nuestra sociedad ya que resuelve problemas reales.