Un implante cerebral experimental permite a una mujer paralizada comunicarse
Por primera vez, un implante cerebral casero ha ayudado a un paciente paralizado a comunicarse sin necesidad de que un equipo recalibre constantemente el dispositivo. El implante inalámbrico lee las señales de la actividad cerebral y las traduce en una señal que recibe un ordenador externo.
El paciente, de 48 años enferma de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), fue diagnosticada hace ocho. La ELA es un trastorno que afecta al funcionamiento de los nervios y los músculos y que afecta a unas 20.000 personas solamente en Estados Unidos.
La paciente utilizaba un dispositivo de seguimiento ocular para comunicarse cuando conoció a los investigadores del Centro del Cerebro del Centro Médico Universitario de Utrecht. Le presentaron a la paciente una interfaz cerebro-ordenador (BCI) consistente en electrodos colocados en la superficie del cerebro, uno sobre una región que controla el movimiento de la mano derecha, y el otro sobre una zona que se utiliza para contar hacia atrás. Las interfaces cerebro-ordenador establecen una conexión entre el cerebro y los dispositivos externos controlables.
Hasta ahora, los dispositivos de interfaz cerebro-ordenador han tenido un éxito limitado. La complejidad de otras iteraciones de la tecnología ha dificultado su integración en la vida cotidiana de los pacientes, ya que a menudo requerían la recalibración diaria por parte de equipos de técnicos.
«Pensamos en hacerlo sencillo y asequible para un paciente que realmente lo necesita», dijo Nick Ramsey, neuropsicofarmacéutico del Brain Center. «Hemos construido un sistema fiable y autónomo que funciona en casa sin ninguna ayuda adicional. No hay ningún sistema que se acerque a esto».
En seis meses de entrenamiento en casa, la paciente desarrolló un 95 por ciento de precisión utilizando el dispositivo. Ha sido capaz de comunicarse deletreando palabras e incluso de jugar a juegos sencillos, todo ello con la posibilidad de controlar un dispositivo de clic virtual.
OPEN YOUR MIND
Recientemente se han producido muchos avances con las ICB para ayudar a los pacientes a recuperar el control de su cuerpo. La mayoría de los avances han sido para ayudar a los paralíticos, resolviendo la desconexión entre el cerebro y el mal funcionamiento de la conexión con otras partes del cuerpo.
Además de tratar a los enfermos, las interfaces cerebro-ordenador podrían convertirnos en superhumanos: controlar aparatos y ordenadores con nuestros pensamientos ya no es sólo cosa de ciencia ficción. En el futuro, podríamos tener un oído supersensible, ver en la oscuridad, controlar extensiones corporales biónicas e incluso tener control telequinético.
Vía Futurism